Las cartas que nunca envié

Querido 2008, espero que al recibo de la presente, tanto tu como yo nos encontremos mejor, tu de tus crisis financieras, subidas del Euribor (que por cierto,no se lo que es), el cambio climático , tus guerras y las luchas internas por imponer la voluntad sobre otra con la única sinrazón de la fuerza, y yo pobre de mi, de mis achaques que espero con ansiedad este sea el año de mi mejora mas notable, por que también este es el año de mi regreso a Córdoba, mi ciudad de Córdoba.

Por esos y otros motivos esta carta te la envío a ti, año 2008, que como ya sabes, es muy reciente mi incorporación a la familia de CORDOBA ETERNA y todas la anteriores que he escrito, a mi modesto entender, porque en esto de escribir solo se las cuatro reglas, lo mío es solamente pintar y a duras penas llego hacerlo medianamente mal, pero han sido cartas todas ellas cargadas de un pizca de ironía, un pellizco de mala leche y un buen puñado de sentimiento y corazón.

Dicen y dicen bien los que de ello saben, que de todo tiene que haber en la viña del Señor, por eso a lo largo de mi dilatada vida personal y carrera profesional, he conocido a personas de toda clase y condición moral y social, y de cada una de ellas he aprendido lo que buenamente me han querido transmitir, y de otros he rechazado lo que han tratado de imponerme.

De mi infancia no puedo dejar de recordar a mi “viejo” y querido maestro de primera enseñanza, Don Juan Morales Rojas, y déjame querido 2008 que aunque en la distancia presumir y tener el honor de haber sido alumno de D. Juan, con su traje impecable de príncipe de Gales, el llavero con su larga cadena y su singular manera de enseñar,

”En Cazorla nace el Beti

que riega Montoro y Posadas,

Jaén, Córdoba y Sevilla

y hasta Sanlúcar avanza”.

De el guardo aparte de grandes recuerdos, la certeza de que me inculcó la constancia en hacer las cosas, la constancia a la hora de aprender.

Y muchos mas que por la lista interminable sería ilógico relatar, pero sirvan estas cuatro letras para agradecerles a todos su enseñanzas, a D. José Rodríguez Jiménez (Calzados Rodríguez), trabajador incansable, su capacidad para el trabajo, las largas jornadas como su secretario particular junto a el, codo con codo dejaron en mi la huella indeleble de que todo en la vida se consigue a fuerza del trabajo, que nadie da nada por nada, y tantas y tantas personas que han contribuido a que me forme como persona y han ido creando en mi, una forma de pensar y actuar de la que muy humildemente estoy orgulloso.

Pero no todo han sido buenas sensaciones las que he recibido, también han sido malos muy malos los personajes, personajillos que han tratado de de influenciarme, pero creo que no lo han conseguido, y me refiero a los envidiosos, puntilleros, chupópteros y camarillas que por mi profesión se han ido acercando a mi para tratar de hacerme creer en lo que ellos promulgan, también he conocido personajillos que por conseguir y conservar la poltrona, por tener coche oficial y escolta (que eso falda mucho), por colocar a sus hermanos y familiares mas directos en grandes puestos de la administración con fabulosos sueldos y prebendas a cargo de todos nosotros, esos que por conseguir todo eso en aras de una política falsa, que son capaces de hasta cambiar su nacionalidad y adorar a otra bandera, y no la suya propia, la de su nacimiento, la de sus padres, los que en la solapa de su mil veces cambiada chaqueta llevan el escudo de lo que mas le interesa, esos que hasta reniegan de su madre, y para conseguir todo eso, se cambian hasta de nombre y pasan a ser Josep y Josep LLuis. De esos no quiero ni acordarme.

Ya lo decía mi padre, un viejo “Séneca” cordobés,”desconfía de todo aquel que reniega de su madre, por que si hace eso con la suya que no hará con la madre de los demás). Y de ese, de mi padre de el si, que aprendí, y lo mas importante fue la honestidad, la honestidad en todo, en la vida y en el trabajo, mi padre fue una gran persona, constante en todo lo que se proponía, perseverante, trabajador incansable y honesto, una persona que nunca hizo nada que no le estuviese permitido.

Pero también y todo hay que decirlo ha sido bueno, muy bueno para Córdoba ya que el MONTILLA ha pasado a ser el vino oficial de Cataluña.

Y nada mas, querido 2008, no quiero molestarte mas, solo quería decirte, que a la espera de vernos pronto, de que todos los problemas se te solucionen, y de poder disfrutar de tu año y de muchos mas en mi ciudad de Córdoba, recibe un fuerte abrazo de LUIS MORERA.